3:43 | Autor: Daniel Aréchiga
En días pasados tuve la oportunidad de visitar otro lugar que al igual que otras ciudades que he visitado como Granada, Segovia y Salamanca, es considerado como patrimonio de la humanidad: Toledo.

Situada sobre un cerro, es un lugar lleno de laberínticos callejones, que suben y bajan con la misma facilidad que dan vuelta, por lo que planear el recorrido sin conocerla es casi como hechar una moneda al aire. No te pierdes, pero es muy probable que hagas muchos esfuerzos extras si el recorrido es poco afortunado. En lo personal me trajo algunas remembranzas a Guanajuato en México por las estrechas calles, aunque el parecido no vaya más allá, de hecho son ciudades hermanas.

Toledo es capital de la provincia con el mismo nombre y de la Comunidad de Castilla-La Mancha, contando con antecedentes históricos desde la época en que los romanos conquistaron los asentamientos de esta zona y le nombraron Toletum en el siglo II. Ha sido también un importante centro en la época medieval y contemporanea.

Recorriendo sus calles y edificaciones nos podemos perder por horas, que afortunadamente se conservan de forma tal que nos permitan remontarnos imaginariamente a épocas pasadas.

Sin lugar a dudas es un lugar que me gustaría volver, pero eso sí, con un calzado MUY cómodo y bien preparado para la jornada que implica el recorrido.


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