18:19 | Autor: Daniel Aréchiga
Hoy toca comentar sobre la ciudad de Santander, capital de la Comunidad Autónoma de Cantabria, ubicada al norte de España y que tiene como una de sus fronteras el océano atlántico representado por el mar cantábrico.

En realidad mi visita estaba destinada a disfrutar de la playa, así que la ciudad escasamente puedo comentar de ella. Para iniciar, el viaje desde Valladolid se hace de forma muy fácil ya que existe una autopista o autovía que cubre la totalidad del recorrido en perfectas condiciones.

Al llegar entramos por un costado de la ciudad para ir a nuestro destino, la playa del Camello. Cabe mencionar que prácticamente todas las playas de esta zona cuentan con diversos servicios para los paseante, como salvavidas, regaderas, algunas estacionamiento, etc. destacando que son playas públicas y estos servicios son provistos gratuitamente por el ayuntamiento.

La playa en cuestión es bastante agradable, la arena es buena para disfrutarla, aunque la temperatura del agua es fría comparada con las temperaturas que gozamos en México. Esto obviamente se debe a que nos encontramos más al norte y cercanos al polo.

Al costado de la playa se encuentra una pequeña península que corona a la ciudad, y que está cubierta por los terrenos del Palacio de la Magdalena, que fuera construido para la familia real a principios del siglo XX y que actualmente está abierto al público administrado por el ayuntamiento y que cuenta con una universidad de verano. Sus amplias áreas verdes te permiten disfrutar del clima (cuando se puede) y tiene algunos espacios con juegos para niños, restaurante-bar y un área donde se pueden ver pingüinos, leones marinos y focas.

Al regreso a Valladolid pasamos por zonas más céntricas para darnos una idea de la ciudad, lo cual agradezco mucho ya que me pareció señorial, limpia y elegante. Las calles, los espacios y edificios, los detalles de flores y áreas verdes y el conjunto de lo que rápidamente pude apreciar, me obliga a volver y descubrir la ciudad a través de sus calles y plazas. Queda como una asignatura pendiente que espero pronto poder cumplir.

Finalmente, ésta rápida visita me permitió gozar de algo que disfruto bastante y que es un día de playa, pero además me abrió las puertas a un lugar por conocer, así que fue un día doblemente afortunado.

Parece que muy pronto visitaré a Toledo en Castilla-La Mancha, por lo que obliga una próxima entrada, así que no dejes de visitarme.
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