22:02 | Autor: Daniel Aréchiga
Caminar por Segovia, capital de la provincia del mismo nombre, es como volver al pasado. Esta antigua ciudad localizada a unos 90km al norte de Madrid es una ciudad pequeña de apenas unos 56,000 habitantes pero que cuenta con una larga historia que, según se tienen registros, comenzó con una población de los celtas, quienes dieron origen al nombre de la ciudad que inicialmente se llamaba Segobriga, el mismo que continuaron utilizando los Romanos al habitar esta región alrededor del siglo I.

La ciudad ha sido entonces habitada por celtas, romanos, visigodos y moros en distintos periodos, lo que ha propiciado que se puedan encontrar diseños arquitectónicos de diferentes épocas, comenzando desde el acueducto romano del siglo I y pasando por los diversos edificios como la Catedral, algunas iglesias y por supuesto el Alcázar que iniciara su construcción en el siglo XII.

Segovia también fué sede de la corte del Reino de Castilla, y es el lugar donde Isabel la Católica fué proclamada Reyna de Castilla en 1474, siendo la época medieval de la que mayormente podemos encontrar vestigios al explorar por la ciudad.

Es interesante entrar al museo del Alcázar ver las exhibiciones de algunas armas y armaduras, así como algunos muebles, tapetes y decoraciones que tienen una historia que contarnos. Igualmente interesante es recorrer sus calles ya que en cada una de ellas podemos encontrar algo interesante, siendo muy representativa la catedral y por supuesto la Plaza Mayor, que es un lugar de esparcimiento y reunión con sus restaurantes al aire libre. Vale la pena dedicarse para descubrir la ciudad, sus calles y edificios, es como sentir por un instante que entramos en una especie de máquina del tiempo y volvemos al pasado.
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