18:25 | Autor: Daniel Aréchiga
Castilla y León es una Comunidad Autónoma muy amplia y diversa, de la que ya he tenido oportunidad de conocer algunas de sus ciudades emblemáticas y que tienen reconocimiento mundial por su riqueza cultural y patrimonial, pero hace poco tuve oportunidad de visitar una ciudad de la que había escuchado buenos comentarios pero para ser honestos no esperaba mucho: Burgos.

Burgos es una ciudad pequeña de menos de 200 mil habitantes, pero que tiene una riqueza histórica muy importante. Fundada desde el año 884 ha visto pasar innumerables hechos y personajes históricos, siendo inclusive en varias ocasiones la sede del reino de Castilla y León.

Aunque del patrimonio arquitectónico medieval queda muy poco, es una ciudad acogedora y mágica que ofrece una atmósfera de tranquilidad y que invita a recorrer su centro histórico. Se pueden encontrar los restos de un castillo en la cima del cerro que le cobija, pero sin lugar a dudas hubo dos cosas que me impresionaron gratamente, la Catedral de Santa María y el Paseo del Espolón que finalmente se funde con el Paseo de la Isla.

La Catedral de estilo gótico construida en el siglo XIII es una verdadera joya que vale la pena apreciar desde cualquier punto de visualización. Por otra parte el Pase del Espolón es una zona peatonal llena de árboles, terrazas y algunas tiendas, que sigue al lado del río Arlanzón, que divide a la ciudad en dos.

Una recomendación, es conveniente visitar esta ciudad en época de verano, ya que es una de las zonas más frías de España.
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