13:02 | Autor: Daniel Aréchiga

Continuando con mi anterior entrada del blog, quiero comentar ahora sobre el asunto que quedó pendiente sobre las bicicletas en Amsterdam.


Una de las cosas que más me impresionó fue el amplio uso de la bicicleta. Si bien es una particularidad de la cultura europea, Amsterdam es una de las ciudades que más nos permite apreciar esta particularidad.


La primera impresión que nos damos es la cantidad de bicicletas que circulan por sus calles o se encuentran estacionadas en sus aceras o los estacionamientos para bicicletas. Prácticamente toda la ciudad tiene carriles bici, aunque en momentos pareciera que el carril bici es la calle misma. Igualmente notorio es ver como su uso no es limitado a cierta edad o estrato social, lo mismo ves niños que personas mayores, ves gente obrera que una persona en traje y portafolio, es decir, la bicicleta es para todos.


Cuando observamos con detalle nos damos cuenta de las diferencias sutiles pero importantes del uso de la bici, esto es, la cultura social relacionada con este transporte. Al ser una forma de moverse bastante popular y parte del ritual diario de los pobladores, se encuentra bastante integrada en sus costumbres. Es impresionante (para quienes venimos de un país donde el ciclista arriesga la vida al circular por las calles de nuestras ciudades) ver como aquí el ciclista es respetado, tiene preferencia de paso en las calles y como los que circulan en automóviles no pierden la paciencia y sueltan un montón de palabras o suenan la bocina para “quitar al que estorba” en la calle. Aquí el ciclista es otro más que también tiene el mismo derecho.


Yo como una persona que disfruta mucho de practicar el ciclismo, quiero decir que he quedado fascinado. Me gustaría vivir en una ciudad que tuviera esta cultura vial y las condiciones e infraestructura para disfrutar de la bicicleta. Mucho me gustaría ver que en México avanzáramos en este sentido, necesitamos crear conciencia entre los ciudadanos para lograrlo.


Es que la bicicleta es el medio de transporte más económico, ecológico, saludabe y divertido ¿o no?.

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