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Autor: Daniel Aréchiga
Pues recién terminó la Semana Santa, pero los días anteriores a esta había hecho sol y hasta un poco de calor y la gente de aquí me decía "no te fíes, porque siempre llueve en Semana Santa". Pues yo no lo creía porque inició la semana y el sol en todo su esplendor, pero después... después fue otra cosa, hasta se tuvo que suspender la procesión del viernes por lluvia. Así que se cumplió de nuevo el hecho de que en esta semana siempre llueve. Ahora las vacaciones (aquí en España) ya terminaron y las lluvias ya hicieron acto de presencia y parece que no se irán por un rato. Creo que las lluvias aquí duran hasta mediados o finales de mayo, así que ahora viviendo otra temporada diferente.
De la Semana Santa les puedo comentar que es un festejo muy diferente al que se hace en México, iniciando por los atuendos, pero también por la solemnidad, significados y hasta la música que le acompaña. Se que en Andalucía es música más festiva, pero aquí en Valladolid es muy solemne y en ocasiones parece que estamos en el entierro de alguna persona, que de hecho ese significado tiene esta semana.
Las cofradías portan trajes diferentes cada una, pero la mayoría usan unos atuendos que al menos a los americanos nos parecen un poco maléficos, quizás porque nos recuerdan a los de la triple "k".
En Valladolid hay una procesión que se le llama del silencio. En lo personal es la que más me impresiona, por el hecho de ver como los que en ella participan no hacen ningún ruido, sólo al frente van unos tambores en una marcha muy fúnebre. Inclusive la gente permanece en silencio en compañía de los cofrades. Impresiona ver tanta gente junta y un silencio muy amplio que corre junto con la procesión, es algo que ver para creer, para sentirlo.
En la foto (fea por cierto, es desde el teléfono) se ve parte de la Procesión del Encuentro, en la que dos procesiones se reunen en el Palacio de Santa Cruz para de allí salir juntas, uniendo a las dos tallas o imágenes que llevan. Al salir por este pasillo ambas tallas van balanceándose como lo hacen los elefantes, de lado a lado, al unisono y con cadencia, muy vistoso.
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