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Autor: Daniel Aréchiga
Hoy toca comentar sobre el asunto de la educación. Tanto en España como en México la educación primaria es obligatoria y aunque a primera vista parecieran muy iguales, cuentan con características muy particulares.
Esto de la obligatoriedad que en papeles es igual, tiene un poco más de fuerza en España que en México, ya que en España los menores de 16 años deben estudiar y existe un cierto seguimiento para darse cuenta cuando un estudiante deja la escuela. Tengo entendido que los padres de un menor que deje de recibir sus estudios primarios pueden recibir notificaciones o visitas de servicios sociales. Algo que no ocurre en México, ya que el niño que deje de estudiar lo hace sin que pase nada a nivel de las instancias de administración pública.
Otra diferencia es el tipo de escuela, existen los colegios públicos que son gratuitos para todos y los privados que son de paga, al igual que en México, aunque en cuestión de los privados existe una variante que no tenemos en tierras mexicanas, son los colegios privados concertados. Este tipo de colegio es inicialmente una escuela privada pero que los ingresos no los percibe directamente de los estudiantes y sus familias, sino de fundaciones y/o el gobierno, por lo que el servicio es gratuito para los que en ellos estudian.
Esto a mi punto de vista ayuda a ampliar la cobertura de la educación al no tener el gobierno que solventar los gastos totales de creación y mantenimiento de una escuela. Por supuesto que también deben de cubrir los requerimientos necesarios para ofertar una educación de calidad.
Considero que la educación que se brinda en las escuelas de México y de España no es diferente significativamente, las diferencias creo que no la hacen los profesores, porque en ambos países los veo entregados, dispuestos y conocedores de su tarea. Las diferencias más bien giran en el entorno que cubre a la educación. Se puede apreciar que existe una infraestructura mayor de soporte para las tareas de los docentes y que están un poco mejor estructuradas todas las actividades que rodean a la educación.
En cuanto a los apoyos que se brindan, en México se tiene una gran fortaleza que son los libros de texto gratuitos, los que son entregados a todos y cada uno de los niños de educación primaria y sin costo alguno. Esto no se ve en España, aquí en cambio se pueden obtener ayudas por parte del gobierno para solventar los gastos de libros de texto, pero es un trámite que hay que hacer y que aunque la mayoría lo puede obtener, habrá algunos que no tengan ese apoyo.
Por lo pronto y como padre estoy satisfecho con el trabajo hecho por las maestras en México, aunque también lo estoy con las profesoras de España. Algo que si me ha sorprendido gratamente es el avance en el inglés que puedo apreciar en el colegio actual, ya que sirve más una hora diaria de inglés que una hora o menos a la semana, creo que es algo que se debería promover más en nuestra educación primaria, en vista a preparar a los futuros mexicanos para un trabajo global.
Por cierto, hoy salimos de vacaciones como en México, aunque aquí sólo será por una semana, espero estos días me den más tiempo de escribir otras cosas que tengo en el tintero.
Esto de la obligatoriedad que en papeles es igual, tiene un poco más de fuerza en España que en México, ya que en España los menores de 16 años deben estudiar y existe un cierto seguimiento para darse cuenta cuando un estudiante deja la escuela. Tengo entendido que los padres de un menor que deje de recibir sus estudios primarios pueden recibir notificaciones o visitas de servicios sociales. Algo que no ocurre en México, ya que el niño que deje de estudiar lo hace sin que pase nada a nivel de las instancias de administración pública.
Otra diferencia es el tipo de escuela, existen los colegios públicos que son gratuitos para todos y los privados que son de paga, al igual que en México, aunque en cuestión de los privados existe una variante que no tenemos en tierras mexicanas, son los colegios privados concertados. Este tipo de colegio es inicialmente una escuela privada pero que los ingresos no los percibe directamente de los estudiantes y sus familias, sino de fundaciones y/o el gobierno, por lo que el servicio es gratuito para los que en ellos estudian.
Esto a mi punto de vista ayuda a ampliar la cobertura de la educación al no tener el gobierno que solventar los gastos totales de creación y mantenimiento de una escuela. Por supuesto que también deben de cubrir los requerimientos necesarios para ofertar una educación de calidad.
Considero que la educación que se brinda en las escuelas de México y de España no es diferente significativamente, las diferencias creo que no la hacen los profesores, porque en ambos países los veo entregados, dispuestos y conocedores de su tarea. Las diferencias más bien giran en el entorno que cubre a la educación. Se puede apreciar que existe una infraestructura mayor de soporte para las tareas de los docentes y que están un poco mejor estructuradas todas las actividades que rodean a la educación.
En cuanto a los apoyos que se brindan, en México se tiene una gran fortaleza que son los libros de texto gratuitos, los que son entregados a todos y cada uno de los niños de educación primaria y sin costo alguno. Esto no se ve en España, aquí en cambio se pueden obtener ayudas por parte del gobierno para solventar los gastos de libros de texto, pero es un trámite que hay que hacer y que aunque la mayoría lo puede obtener, habrá algunos que no tengan ese apoyo.
Por lo pronto y como padre estoy satisfecho con el trabajo hecho por las maestras en México, aunque también lo estoy con las profesoras de España. Algo que si me ha sorprendido gratamente es el avance en el inglés que puedo apreciar en el colegio actual, ya que sirve más una hora diaria de inglés que una hora o menos a la semana, creo que es algo que se debería promover más en nuestra educación primaria, en vista a preparar a los futuros mexicanos para un trabajo global.
Por cierto, hoy salimos de vacaciones como en México, aunque aquí sólo será por una semana, espero estos días me den más tiempo de escribir otras cosas que tengo en el tintero.
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