Continuando con mi anterior entrada del blog, quiero comentar ahora sobre el asunto que quedó pendiente sobre las bicicletas en Amsterdam.

Una de las cosas que más me impresionó fue el amplio uso de la bicicleta. Si bien es una particularidad de la cultura europea, Amsterdam es una de las ciudades que más nos permite apreciar esta particularidad.

La primera impresión que nos damos es la cantidad de bicicletas que circulan por sus calles o se encuentran estacionadas en sus aceras o los estacionamientos para bicicletas. Prácticamente toda la ciudad tiene carriles bici, aunque en momentos pareciera que el carril bici es la calle misma. Igualmente notorio es ver como su uso no es limitado a cierta edad o estrato social, lo mismo ves niños que personas mayores, ves gente obrera que una persona en traje y portafolio, es decir, la bicicleta es para todos.

Cuando observamos con detalle nos damos cuenta de las diferencias sutiles pero importantes del uso de la bici, esto es, la cultura social relacionada con este transporte. Al ser una forma de moverse bastante popular y parte del ritual diario de los pobladores, se encuentra bastante integrada en sus costumbres. Es impresionante (para quienes venimos de un país donde el ciclista arriesga la vida al circular por las calles de nuestras ciudades) ver como aquí el ciclista es respetado, tiene preferencia de paso en las calles y como los que circulan en automóviles no pierden la paciencia y sueltan un montón de palabras o suenan la bocina para “quitar al que estorba” en la calle. Aquí el ciclista es otro más que también tiene el mismo derecho.

Yo como una persona que disfruta mucho de practicar el ciclismo, quiero decir que he quedado fascinado. Me gustaría vivir en una ciudad que tuviera esta cultura vial y las condiciones e infraestructura para disfrutar de la bicicleta. Mucho me gustaría ver que en México avanzáramos en este sentido, necesitamos crear conciencia entre los ciudadanos para lograrlo.

Es que la bicicleta es el medio de transporte más económico, ecológico, saludabe y divertido ¿o no?.

Caminar por las calles de la zona central de Amsterdam es recorrer años de historia, personajes importantes y un paisaje muy pintoresco. En lo personal he quedado impresionado por la ciudad, por su arquitectura, entorno, multiculturalidad, ambiente de respeto y sobre todo por sus bicicletas. Y es que la bicicleta es un medio de transporte bastante socorrido, de esto comentaré algo en la siguiente entrada.

Las calles adoquinadas abren sendas entre las casas y edificios de 3 o 4 plantas, tranvías, canales, terrazas y árboles, todo en un clima fresco tirando a frío. Aquí se respira un auténtico sabor europeo. Es una ciudad que se disfruta recorrer a pie para apreciar por completo la postal que se complementa por sus comercios y su gente tan diversa.

Existen algunos parques siendo el más grande y conocido el Vondelpark, un espacio verde bastante agradable donde puedes practicar actividades recreativas y de ejercicio, pasear en bicicleta o pasear a tu mascota. También hay muchos museos, algunos dedicados a personajes famosos de la ciudad como Ana Frank, Van Gogh o Rembrandt.

Cuenta también con una zona conocida como Leidseplein, lugar donde se encuentra la mayor concentración de bares, cafés y restaurantes de la ciudad, una zona que tiene vida propia prácticamente a cualquier hora del día y donde encontrarás el lugar exacto para cualquier tipo de gustos.

Visitar Amsterdam también es recorrer su famoso barrio rojo, lugar que se caracteriza por la conocidas “vitrinas” donde mujeres exhiben mercancía buscada por hombres, así también por los coffeeshops que ofrecen bebidas naturales y pequeñas cantidades de droga.

Sin lugar a dudas, Amsterdam es una ciudad diferente en todos los sentidos, es interesante si se le ve con ojos de asombro y la mente abierta, por eso creo que es un lugar por conocer…

Ya en anteriores ocasiones he comentado que aquí en Valladolid siempre encuentras algo que hacer, hay siempre actividades culturales y recreativas que te pueden mantener ocupado. En esta ocasión quiero comentar de un evento que desde hace ya diez años se realiza anualmente y es el Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid.

Durante la celebración del festival se instalan por algunas zonas de la ciudad algunas pistas como si de un circo se tratara, algunos pocos espectáculos incluyen un costo pero la mayoría son gratuitos. Danza, acróbatas, performances, arte, cultura y una gran variedad de espectáculos que ver de compañías provenientes de diversos países.

Estas actividades inician desde las 12:00 del día y terminan hasta cercana la media noche durante todos los días del evento. Aunque es una semana laboral, el fin de semana o los amplios horarios permiten darse una escapada y vivir de esta fiesta que se apodera de las calles

Como el año pasado, en esta ocasión tuve oportunidad de ver algunos pocos espectáculos. Lo poco que vi puedo decir que eran de un buen valor como entretenimiento y me hicieron pasar un rato agradable. Siempre me han gustado las acrobacias, pero es una experiencia diferente cuando las ves en la calle y estás tan cercano a ellos como es posible, es una sensación más entrañable que cuando los ves en un escenario, donde existe una pequeña gran barrera. Aquí los tienes prácticamente al alcance de la mano.

Me despido por el momento, estoy haciendo mis preparativos finales para el viaje a Amsterdam de este próximo fin de semana, ya contaré por aquí lo que vi por aquel lugar.