3:52 | Autor: Daniel Aréchiga

Me ha ocurrido una de esas cosas que a nadie se le desea pero a la que desafortunadamente todos tenemos que pasar. El perder un ser querido siempre es un trance difícil que nos pone a prueba en nuestra fuerza y capacidad de superar situaciones difíciles. El 13 de febrero mi padre abandonó su cuerpo para continuar con el camino que Dios le tenía reservado.

Aceptar una situación así es bastante complicada y se necesita fuerza de corazón para poderla afrontar con ímpetu y comprender que esto es lo único seguro que tenemos en la vida y que tarde o temprano a todos nos llegará hora de presentar cuentas de lo hecho durante nuestra estancia en nuestro cuerpo terrenal.

Quiero despedirme de ti papá y decirte muchas cosas que en alguna ocasión te haya dicho y las que se quedaron sólo en ideas, ya que nunca todo será suficiente, pero sobre todo quiero darte las gracias por todo los que hiciste y no hiciste por mí, por tu intachable ejemplo de compromiso y honestidad en todos los aspectos de tu vida, por tu entrega a la familia, por las cosas buenas y las malas, por aquellos arreglos musicales que organizabas con tu anillo mientras conducías, por esas veces que te dormías en el sillón, por jugar sin jugar al maratón, por aquellas noches divertidas en un bungalow en la playa, por no darme todo lo que pedía pero si todo lo que necesitaba, por exigirme cuando fue necesario, por tus largas jornadas de trabajo que dedicabas porque nosotros tuviéramos algo mejor, por tu cariño que siempre me demostrabas en distintas formas, por haber estado en mis mejores momentos y ser un apoyo firme y seguro en los difíciles, por haberme apoyado para estudiar mi carrera y ayudarme a forjarme en lo que soy, por haberme dejado aprender de tus aciertos y errores, por respetar mis decisiones aunque a veces no estuvieras de acuerdo y siempre permanecer al pendiente, por tus virtudes y defectos que te hacían tan humano, tan sencillo, tan fácil de querer, por apoyarme cuando lo necesitaba haciéndome sentir, saber y confirmar que siempre serías un gran apoyo para mí. En fin, por tantas cosas que no terminaría de agradecer.

Hoy tu cuerpo ya no tiene el vigor, pero tú sigues con nosotros y mientras viva tú vivirás en mí porque siempre tus recuerdos vendrán a mi mente, al fin y al cabo mis hermanos y yo tenemos algo o mucho de ti y te llevamos en nuestra esencia. Nos llegaron a ocurrir situaciones en las que no nos entendíamos o no comprendíamos pero eso no fue importante, después de todo el amor no es comprender sino aceptar al ser amado con sus virtudes y defectos.

Te agradezco todo papá, nos vas a hacer falta pero tu ve con Dios, ve en paz… ahora un ángel me cuida desde el cielo.
22:02 | Autor: Daniel Aréchiga
Caminar por Segovia, capital de la provincia del mismo nombre, es como volver al pasado. Esta antigua ciudad localizada a unos 90km al norte de Madrid es una ciudad pequeña de apenas unos 56,000 habitantes pero que cuenta con una larga historia que, según se tienen registros, comenzó con una población de los celtas, quienes dieron origen al nombre de la ciudad que inicialmente se llamaba Segobriga, el mismo que continuaron utilizando los Romanos al habitar esta región alrededor del siglo I.

La ciudad ha sido entonces habitada por celtas, romanos, visigodos y moros en distintos periodos, lo que ha propiciado que se puedan encontrar diseños arquitectónicos de diferentes épocas, comenzando desde el acueducto romano del siglo I y pasando por los diversos edificios como la Catedral, algunas iglesias y por supuesto el Alcázar que iniciara su construcción en el siglo XII.

Segovia también fué sede de la corte del Reino de Castilla, y es el lugar donde Isabel la Católica fué proclamada Reyna de Castilla en 1474, siendo la época medieval de la que mayormente podemos encontrar vestigios al explorar por la ciudad.

Es interesante entrar al museo del Alcázar ver las exhibiciones de algunas armas y armaduras, así como algunos muebles, tapetes y decoraciones que tienen una historia que contarnos. Igualmente interesante es recorrer sus calles ya que en cada una de ellas podemos encontrar algo interesante, siendo muy representativa la catedral y por supuesto la Plaza Mayor, que es un lugar de esparcimiento y reunión con sus restaurantes al aire libre. Vale la pena dedicarse para descubrir la ciudad, sus calles y edificios, es como sentir por un instante que entramos en una especie de máquina del tiempo y volvemos al pasado.
21:39 | Autor: Daniel Aréchiga
En días pasados se realizaron los festejos del Carnaval en la ciudad de Valladolid, algo singular (aunque muy común en toda España) es la forma en que se celebra, diferente a lo que estaba acostumbrado a ver en Jalisco. Quizás puede ser parecido a las celebraciones de Veracruz o Mazatlán aunque no las conozco.

En este caso el Ayuntamiento de la ciudad realiza una serie de eventos que duran varios días y culminan en el martes de carnaval, los eventos se realizan en toda la ciudad en los Centros Cívicos ubicados en todas las zonas de la ciudad, de igual forma en algunos teatros y sobre todo en la Plaza Mayor, que es el corazón de la ciudad. La mayoría de estos eventos son gratuitos, algunos con un costo mínimo.

Lo primero que puede notar y ahora comentar es la participación de la población, a todos los eventos que tuve oportunidad de ver siempre hubo mucha gente disfrutándolos, con excepción de una noche en la que la lluvia quizás fuera la razón por la que no hubo mucha participación. Pero no sólo participan asistiendo a los eventos, sino participan de forma activa ya que es muy común ver niños, adolecentes e inclusive adultos disfrazados desde un clásico pirata hasta algunos disfraces muy elaborados, y no sólo en la Plaza Mayor sino por las calles e inclusive hasta en algunos negocios o restaurantes, vistiendo a la ciudad de un agradable ambiente de fiesta.

El carnaval termina con el "entierro de la sardina", es una celebración en la que se quema a una figura en forma de pez azul y que tiene un significado incierto para los propios españoles, aunque lo más acertado que alguien me pudo decir es que significa algo como "alejar los malos espíritus, los problemas, etc".

Lo que más disfruté fue el aspecto musical, ya que tuve oportunidad de ver grupos de rock y algunas bandas de fanfarrias, de los que destaco los Croad Runner como un grupo de rock que tocaba covers de música de los 70's y 80's, de las fanfarrias me gustó mucho un grupo frances llamado No Water Please, tenían un buen ritmo y ambiente, muy agradables.

Después de estos ajetreados días de algarabía vuelve la ciudad a su vaivén habitual a la espera de algún nuevo festejo que haga que la ciudad se vista de fiesta.

P.D. Disculpen la foto, pero no traía una buena cámara en ese momento...