15:03 | Autor: Daniel Aréchiga
Desde hace un poco más de un mes que inició el otoño y el clima ha cambiado bastante con relación al verano, el frio se incrementa y las lluvias están al orden del día. Algo destacable de mi estancia en valladolid es la oportunidad de ver y vivir las estaciones tal y como nos las pintan los libros, es decir, con esos cambios que representan cada una de ellas.

En mi país los cambios de las estaciones son apenas visibles con algunas características propias, donde podemos en realidad ver un periodo de calor, uno de lluvias uno de frio, siendo éste último el menos marcado o agresivo.

Como mencionaba, aquí he tenido la oportunidad de ver esos cambios de estaciones donde la primavera nos regalaba el esplendoroso verde de las hojas de los árboles, los jardines y demás follaje, perfectamente acompañado de flores multicolores y cielos mayormente despejados, cerrando con un clima agradable, no muy frio ni tan caluroso.

El verano y como lo he descrito anteriormente, es una estación calurosa y en la que se desarrolla mayormente la vida en los exteriores, siempre acompañado de esos aires africanos que suelen llegar y sofocaban el ambiente.

El otoño inicia con un decenso de las temperaturas y un fenómeno que en mi tierra conocemos por terceras personas: la caida de las hojas. Y es que esto se vuelve un común en la ciudad que está repleta de árboles que quieren prepararse para el invierno y sólo buscan quitarse ese abrigo de verano, haciendo que la ciudad se llene de una hojarasca marrón amarillento, que quizás para los lugareños les sea insignificante o hasta molesta, aunque para mí era un espectáculo maravilloso. Me encanta caminar por los andadores llenos de hojas.

Por último, el invierno es cruel, gris y sombrío, frio como en Jalisco no tenemos. También y aunque es una época que en lo personal no es la mejor del año, también es un espectáculo diferente a mis vivencias anteriores. Aunque ya he visto nieve con anterioridad en mi vida, me gustaría mucho en este invierno ver un poco cayendo fuera de mi casa.

Una disculpa por la calidad de las últimas fotos, mi teléfono no tiene la mejor cámara que quisiera ;)
19:31 | Autor: Daniel Aréchiga
Lo prometido es deuda, ahora escribo mi comentario sobre el verano tan diferente que se vive en España.

Recuerdo en fechas de mayo o junio que entre comentarios me decían "ahora en el verano voy a hacer esto" o "vamos a ir a tal lugar en verano", notándose una importancia a esta época del año que yo no podía dimensionar o comprender.

Lo primero que pude apreciar fue la salida de las terrazas y que este hecho -como mencionara en un mensaje anterior- comienza a darle mayor vida a la ciudad. Pero lo que posteriormente pude apreciar y me hizo ir entendiendo el significado, o mejor dicho, el valor que tiene el verano para los españoles, al menos para los vallisoletanos; fue el hecho de que en diversos ámbitos laborales se modifica el horario laboral para brindar a los trabajadores mayor tiempo de disfrute del cálido clima, inclusive es en esta época que muchos se toman vacaciones que conllevan algún viaje dentro de España y si la economía lo permite al extranjero. Recuerdo cuando alguien me comentó que en su empresa y durante el verano en lugar de salir a las 6pm saldría a las 3pm.

Es entonces que durante esta época es muy común ver que los negocios que usualmente están abiertos todo el día, inclusive los sábados, cierren por las tardes, recorten su horario o inclusive no abren los sábados. Esto genera mayor tiempo libre para la mayoría, que permite de tener un mayor disfrute del agradable clima, de los espacios al aire libre y de las actividades de ocio que en ellos se pueden realizar.

Es en este tiempo del año que se ve gente caminando o ejercitándose por las múltiples áreas verdes de la ciudad, algunos otros en patines o bicicletas, otros más sentados plácidamente en alguna de las diversas terrazas disfrutando de una caña.

No cabe duda que el verano es una estación para disfrutar, cuando la ciudad se llena de vida y se olvida por un tiempo del frio que ronda el resto del año, es como una puequeña escapatoria, una fuga o un breve respiro que nos regala la naturaleza; es entonces un tiempo que los pucelanos atesoran y a los fuereños como yo nos trae recuerdos de nostalgia porque por momentos, al menos el clima, nos recueda nuestra casa que dejamos atrás por un tiempo.
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16:39 | Autor: Daniel Aréchiga


Hoy no escribí comentario, solo una foto de esta ardilla de Campo Grande
16:17 | Autor: Daniel Aréchiga

Aunque ya había comenzado el frío un poco, los vientos y un clima que deja atrás al caluroso verano, hoy con esas nubes y el fresco se siente cada vez más cercano el invierno.

Pucela (Valladolid) se comienza a vestir poco a poco de gris, las terrazas ya se han despedido y sus sillas y mesas pasan a ser guardadas a la espera de siguiente verano. La gente sigue disfrutando de los últimos instantes del año en los que salir a tomar el sol o el clima agradable son permitidos, se comienza a sentir lentamente como todo y todos se alistan para el crudo invierno que se avecina.

Los que somos de climas más cálidos comenzaremos a recordar con nostalgia los inviernos mas beningnos de nuestra región, donde el frío no es un motivo para no salir a la calle o comer un asado en el jardín.

Desde otro punto de vista, al no ser originario de una región gélida tengo la ilusión de vivir un invierno que me permita ver escarchas y porque no, un poco de nieve, eso es un bonito espectaculo natural.

Posted by ShoZu

17:08 | Autor: Daniel Aréchiga
Como mencioné en la entrada anterior, cada vez me cuesta más dedicarle al blog, pero no lo voy a dejar, de seguro. También mencionaba como la ciudad va cambiando conforme el clima se volvía más caluroso, así que en esta ocasión quiero escribir al respecto.

Como ya lo dije antes, la gente se abalanza a la ciudad, dándole vida y convirtiendo las calles en lugar de encuentro. Parte importante de esta vida de la ciudad se muestra en los espacios públicos de esparcimiento, algo que creo que Valladolid tiene bien y de sobra. En cada barrio, en cada parte de la ciudad se pueden encontrar espacios para pasar el rato al aire libre o en interiores, sobre todo muchos lugares para que los más pequeños se diviertan. De estos últimos y como padre que soy, puedo decir que hay bastantes y se encuentran en perfectas condiciones, esto último muy notorio sobre todo por mis experiencias pasadas en México.

Para la familia también surgen muchas oportunidades de esparcimiento, caminatas por la rivera del Pisuerga y su playa Las Moreras, visitar museos e iglesias, las diversas actividades que se organizan para el verano e inclusive pasear por el Campo Grande, que es un espacio verde cercano al centro de la ciudad que es muy agradable y donde puedes convivir un poco con la naturaleza a través de la vegetación y los animales que allí se encuentran de forma libre y que puedes acercarte lo suficiente: palomas, pavos reales, peces, gansos, patos y ardillas. Para los adultos una buena opción son las terrazas, estos espacios que los bares y restaurantes acondicionan para brindar sus servicios al aire libre, que como ya mencionaba son perfectos para descansar un rato del calor con unas tapas y una caña (cerveza).

Como se puede apreciar levemente con lo que he escrito hoy, en España el verano tiene un significado diferente, pero esto será el tema de mi próximo comentario, que como promesa llegará dentro de poco.